Sisi recoge sus cosas y le deja un ultimátum a Franz. Sólo volverá a la corte con Rudolf si Franz le deja a ella la crianza. A pesar de los guardias de Franz, que les pisan los talones a Sisi y Rudolf, logran escapar. La fotógrafa Alma, que lleva a madre e hijo al sur de Francia, les ayuda. Sin embargo, su llegada a una pequeña e idílica isla no pasa desapercibida.