Sisi se entera de que su hijo ha sido secuestrado por un trabajador que exige la vida del emperador a cambio de la liberación del príncipe heredero. Seguido de cerca por Franz, Sisi cabalga para salvar a Rudolf. Mientras la archiduquesa Sofía y la condesa Esterhazy cuidan del canciller alemán Bismarck, Sisi y Franz se encuentran en una situación aparentemente desesperada.