Mientras está en los campos de medusas, Bob Esponja se da cuenta de que quiere volar entre ellas. Él procede a idear numerosas formas de volar. Mientras está en casa, su secador de pelo infla sus pantalones, lo que le permite volar. Él va por ahí ayudando a las personas, ganándose su admiración y convirtiéndose en una especie de superhéroe.