En una noche lluviosa, dos personas (Ramón Valdes y Maria Antonieta de las Nieves) visitan una casa abandonada con el fin de realizar experimentos de parapsicología. Para sorpresa de ambos, junto con la casa, encuentran otras tres personas (Carlos Villagran Eslava, Florinda Meza y Ruben Aguirre) que aseguran haber nacido hace más de 300 años. La llamada de auxilio al Chapulín, la realizan debido al miedo con el que se encuentran. Al presenciar ciertos trucos de desapariciones, observar calaveras y escuchar historias de asesinatos en dicha casa, el Chapulín se encuentra en un estado de pánico, pero mantiene su sello de héroe. Al final de la historia, le confiesan al Chapulin que todo había sido parte de una broma para saber si le tenía miedo a los fantasmas. El Chapulin en vez de molestarse, se despide de ellos realizando uno de sus trucos favoritos.