Pedro, que era un simple pescador, fue el discípulo más devoto de Jesús, su “roca”. Pero cuando un asustado Pedro lo repudia tres veces durante el arresto de Jesús, Pedro se desespera. El Jesús resucitado. Pedro se le aparece a Pedro y lo restaura ordenándole que extienda su evangelio, y Pedro asume esa misión, convirtiéndose quizás en el más importante de los discípulos de Jesús.